Me acuerdo que - cuando yo era niña y adolescente - no me costaba nada hablar con desconocidos. Si era esperando al bus, en los viajes de tren o simplemente en una plaza. Regularmente tenia encuentros muy interesantes.
Haciendome adulta he perdido esta capacidad. Cada año estoy un poco mas cerrada, miro con mas desconfianza a las personas que me rodean en los espacios publicos. Cuando se me acerca alguien para hablar, me entra miedo: "Quiere ligar. Quiere robar... ¡Protegete!" Y aunque añoro esta capacidad, aunque deseo volver a poder hablar tan facilmente con desconocidos, soy incapaz.
Para mi Teatro Encuentro es una herramienta para volver a abrir esta puerta. Ahora necesito una muleta para conseguir lo que de niña hacia de forma natural: Enterarme de lo que me puede decir la persona que esta ahi, sentado en un banco.
Y ademas me ayuda a tener una conversacion de verdad, que supere nuestra superficialidad cotidiana.
El tema siempre es el mismo: ¿Porque estamos tan aislados? ¿tan solos?
Asi cada encuentro se convierte en un paso para entender mejor porque ya no se hablar con la gente. Parece un problema personal, pero en el fondo se desconde algo que nos afecta a todos. Es nuestra cultura que nos enseña a cerrar las puertas y solo desde un trabajo cultural las podemos volver a abrir.
Ahora - despues de unos meses saliendo casi todas las semanas - empiezo a entender: Lo que al principio parece una tecnica muy bonita, de verdad nos dirige la mirada hacia un abismo. Porque hemos olvidado como encontrarse. Y nos mata.
Flug
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